La modalidad de estudiar en casa o también conocida como homeschooling muestra un crecimiento sostenido en los últimos años en Colombia, convirtiéndose en una alternativa viable para la educación básica y media de miles de familias.
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Aunque no se trata de método nuevo, el mismo ganó popularidad desde los confinamientos obligatorios derivados de la pandemia de la COVID-19.
Y es que el homeschooling les permite a los padres de familia poder educar a sus hijos por cuenta propia, mediante el uso de metodologías de educación virtual ofrecidas por colegios privados o aprovechando sus propios conocimientos con el apoyo de textos escolares y material multimedia.
Lo anterior deja en evidencia que en la medida que la tecnología avanza, el homeschooling ha encontrado en las plataformas digitales una aliada clave. Recursos como aulas virtuales, aplicaciones de aprendizaje y redes de apoyo permiten acceder a herramientas y conectar con otras comunidades que comparten este enfoque.
Pero, la educación en casa no solo refleja un cambio en las preferencias educativas de las familias, sino también plantea interrogantes sobre la transformación del sistema educativo, dejando en evidencia que, en un mundo cada vez más globalizado y digital, el homeschooling se posiciona como buena opción para quienes buscan un modelo pedagógico más personalizado y adaptado a las necesidades del siglo XXI.
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Hasta la fecha, en Colombia, más de 30.000 familias están adoptando esta modalidad que es especialmente popular entre quienes habitan en zonas rurales, los nómadas digitales y personas en extraedad, destacando que, aunque es difícil rastrear datos precisos sobre el homeschooling en el país debido a la falta de reglamentación, hay indicadores de su crecimiento.
Y para dar cuenta de esto, en entrevista para La Opinión, Daniel Fernando Rivero Acevedo, rector del Colegio Monterrosales Bilingüe Homeschool, institución que cerró el 2024 con más de 6.200 estudiantes matriculados en este sistema, señaló que estudiar en casa ha venido ganando terreno desde 2018, año en el que organizaciones internacionales comenzaron a colaborar con familias colombianas interesadas en esta alternativa.
No obstante, indicó que fue la pandemia de COVID-19 en 2020 la que aceleró significativamente esta tendencia, una época en donde más allá de eso, “las familias comenzaron a reconocer la importancia de involucrarse directamente en la formación de sus hijos e hijas”.
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Rivero destaca que es un modelo único, porque lo que buscan es ofrecer una educación personalizada que se adapte a las necesidades y capacidades de cada estudiante, lo que para él es una “verdadera educación individualizada y democratizada”, porque combinan tecnología, pedagogía y un acompañamiento especial, para garantizar la calidad académica.
En este sentido, precisa que en el homeschooling los estudiantes desde kínder hasta once tienen acceso a contenidos pregrabados y clases en vivo de más de 50 materias, incluyendo idiomas como italiano, francés, alemán, portugués, inglés e incluso, lenguaje de señas.
“Son herramientas que no tendrían en la educación tradicional porque, primero, se hace más costosa, segundo, porque los horarios cada vez lo impiden más, pero con la educación en casa hay muchas flexibilidades que les permiten tener una educación de calidad”, agrega el directivo.
A diferencia de la percepción de que el modelo de educación en casa excluye al profesor, el rector indica que, en este sistema, los maestros siguen siendo los protagonistas en el desarrollo curricular y formativo.
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Además, detalla que el colegio ofrece talleres para padres, comunidades de apoyo socioemocional y espacios de interacción para fortalecer el vínculo entre las familias y los estudiantes.