¿Usted es de Chinácota… sigue viviendo allá?
Si, nací en este hermoso terruño ancestral y aun me encuentro viviendo allí.
¿Cree que aún no tiene techo en lo que hace?
Cada día para mí me ofrece nuevas ideas y posibilidades de creación, disfruto haciendo lo que hago es mi modo de vida. Mientras el arte corra por mis venas, mi casa seguirá siendo la inagotable naturaleza. Y es inevitable que en algún momento mi trabajo sea apreciado.
¿Qué ha pasado con todas estas colecciones de sus obras? Es decir, ¿dónde reposan?
Las obras de caballete que han sido expuestas la mayoría reposan en mi taller, unas cuantas han sido vendidas ya que mis temas por lo general no son decorativos. Por otra parte, las obras murales fueron donadas en los espacios que he participado como un aporte a la identidad local.
¿Qué maestros lo han inspirado durante su larga carrera?
En mis inicios mi abuelo César Ojeda, pintor de Chinácota, luego el profesor Rafael Vargas, seguidamente Maestros de la historia universal de pintura como Leonardo Da Vinci, Rubens. También me he inspirado el arte precolombino colombiano, la orfebrería, estatuaria, petroglifos y pictografías. Así mismo oyendo la palabra viva de los abuelos indígenas Hitnu, Inga, cofan, U´wa de nuestro territorio. Finalmente, la naturaleza y los sueños.
¿Un artista de su talla, cómo celebra la Navidad y Año Nuevo?
Suelo salir de paseo con las amistades a los bosques, quebradas, e irme de viaje a Cúcuta a visitar parques y ver pesebres. Finalizo mis navidades combinando ideas de proyectos artísticos En una vieja mesa en la casa de los abuelos con mi tamal y café navideño, compartiendo en familia.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion