«La microbiota tiene impacto hasta en el estado de ánimo y la salud mental»

"La microbiota tiene impacto hasta en el estado de ánimo y la salud mental"

Cada vez hablamos más de gastronomía pero cocinamos menos. Según un estudio publicado por Public Health Nutrition sobre Europa, más del 20% de los alimentos que se consumen en España pertenecen a lo que llamamos comida ultraprocesada. Hay que comer mejor; hay que recuperar la dieta mediterránea y el hábito de cocinar bien.

Hagamos caso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Ambas nos recomiendan restringir el consumo de ultraprocesados como parte de una dieta sana y sostenible.


Es importante elegir unas zapatillas que se adapten a nuestros entrenamiento en el gimnasio.

De todo ello, de salud digestiva y nutrición, hablamos con Isabel Martorell, Doctora en Biomedicina y responsable del equipo de Nutrición y Salud en Nootric.

Isabel Martorell, Nootric
Isabel Martorell, Nootric
CEDIDA

Si somos lo que comemos, ¿en este país «somos peores»? Dicen estudios y encuestas que comemos peor que hace 25 años porque estamos abandonando la dieta mediterránea…Efectivamente, la calidad de nuestra alimentación ha empeorado en los últimos años, y uno de los motivos principales es el progresivo abandono de la dieta mediterránea, un patrón alimentario que está avalado por décadas de investigación científica por sus múltiples beneficios. Estamos consumiendo más alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas saturadas, lo que está repercutiendo negativamente en nuestra salud. Recuperar la esencia de la dieta mediterránea, basada en alimentos frescos y naturales, sería clave para mejorar la calidad de nuestra alimentación.

Pensamos siempre en que una buena alimentación va a beneficiar a nuestro organismo, así de manera general, pero es que la nutrición afecta de entrada a la salud digestiva, ¿verdad?La salud digestiva es una de las primeras áreas que se ven afectadas por nuestra alimentación, ya que todo lo que comemos interactúa directamente con nuestro sistema digestivo. Por eso hay que tener en cuenta que una dieta rica en fibra, frutas, verduras y grasas saludables favorece el funcionamiento intestinal, mientras que el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas puede provocar problemas como hinchazón, acidez, estreñimiento o alteraciones en la microbiota intestinal. 

Cuidar lo que comemos es uno de los primeros pasos para mantener un sistema digestivo saludable, pero lo ideal es conocer cuáles son nuestros requerimientos específicos y que un equipo de profesionales pueda valorar cuál debe ser nuestro patrón alimentario, como hacemos en Nootric.


Personas en una comida.

Quería preguntarle por el papel del microbioma. Pero antes… oímos hablar de microbioma y microbiota, pero ¿son lo mismo?Aunque a menudo se utilizan indistintamente, microbioma y microbiota no son exactamente lo mismo. La microbiota se refiere al conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, especialmente en el intestino, mientras que el microbioma incluye no solo estos microorganismos, sino también su material genético y el entorno en el que interactúan.

Y ahora sí, ¿cuál es el papel del microbioma en la digestión?
El microbioma intestinal tiene un papel muy importante en la digestión gracias a que cumple distintas funciones. Por ejemplo, ayuda a descomponer ciertos nutrientes que el cuerpo no puede procesar por sí mismo, como la fibra, y produce compuestos beneficiosos como los ácidos grasos de cadena corta, que son clave para la salud intestinal. Además, el microbioma contribuye a la sintetización de vitaminas y minerales, regula la inflamación intestinal y protege contra patógenos, y tiene un papel importante a la hora de mantener la integridad de la mucosa intestinal. Por eso decimos que mantener un microbioma equilibrado es fundamental para una digestión eficiente y un sistema inmunológico fuerte.

¿Puedo influir en el equilibrio de mi microbioma a través de la dieta?
Por supuesto. De hecho, la dieta es uno de los factores más importantes para influir en el equilibrio del microbioma. Consumir alimentos como frutas, verduras y legumbres, favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas. Además, los alimentos fermentados, como el yogur o el kéfir, aportan probióticos que ayudan a mantener una microbiota sana. Por el contrario, una dieta alta en azúcares, grasas saturadas y ultraprocesados puede alterar este equilibrio, lo que puede tener efectos negativos en la salud digestiva y general.


Boticaria García en una imagen de archivo.

Entonces, hay síntomas de la salud que pueden aliviarse con una alimentación adecuada…Absolutamente. Una alimentación adecuada puede aliviar síntomas digestivos como la hinchazón, el estreñimiento, la diarrea o los gases. Lo importante es que ese patrón alimentario se adecue a las necesidades de cada persona y esté pautado por profesionales. Nosotros contamos con un equipo de nutricionistas especializado en distintas patologías y áreas de la salud, como la salud digestiva. Esto es muy importante a la hora de tratar síntomas, efectos secundarios de según qué enfermedades, y asegurar que la alimentación está encaminada a mejorar la calidad de vida de cada persona, porque puede llegar a marcar una diferencia muy significativa en su evolución.

Un estudio en el que ha participado el CSIC acaba de mostrar el potencial del microbioma intestinal para combatir la diabetes. ¿Significa eso que también podemos influir con la salud digestiva cuando hay una enfermedad crónica?Sin duda, el microbioma intestinal está demostrando ser un factor clave en la prevención y gestión de diversas enfermedades crónicas, incluidas la diabetes, las enfermedades inflamatorias intestinales y otras afecciones metabólicas. Un microbioma equilibrado puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación sistémica y regular el metabolismo de la glucosa. Esto sugiere que cuidar de nuestra salud digestiva, y en particular de nuestra microbiota, puede tener un impacto directo y positivo en el manejo de enfermedades crónicas.

Usted habla de tener un plan de alimentación. ¿Qué debe incluir para mejorar la salud intestinal?Un plan de alimentación enfocado en la salud intestinal debe incluir varios elementos clave. Primero, una dieta rica en fibra es fundamental, ya que alimenta a las bacterias beneficiosas del intestino. También es importante consumir prebióticos, que son aquellos que contienen fibras o compuestos no digeribles, y que están presentes principalmente en frutas y verduras, y probióticos, presentes en alimentos fermentados como el yogur o el kéfir. Además, no debemos olvidar mantener una adecuada hidratación y optar por grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva o los frutos secos, para reducir la inflamación intestinal.


Frutas en una bandeja

– Finalmente, ¿hay también relación entre la salud digestiva y el bienestar emocional… y hasta con la salud mental?
Sí, la conexión entre la salud digestiva y el bienestar emocional es cada vez más evidente gracias al estudio del eje intestino-cerebro. La microbiota intestinal no solo influye en la digestión, sino que también tiene un impacto en el estado de ánimo y la salud mental. Muchas de las bacterias intestinales producen neurotransmisores como la serotonina, que está vinculada al bienestar emocional. Un desequilibrio en el microbioma puede contribuir a trastornos como la ansiedad o la depresión, lo que refuerza la importancia de una alimentación adecuada para mantener tanto la salud mental como la digestiva.

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