Siempre es más sencillo buscar un culpable que aceptar que todo un grupo está fallando y casi siempre es el líder el primero en ser señalado. Si lo trasladamos al beisbol calza perfecto la premisa de que “las derrotas son de los managers y las victorias de los peloteros”. Pero esa es solo una conjetura que no siempre se corresponde con lo que realmente ocurre en un dugout. Los Tigres de Aragua lo están viviendo en carne propia.
Los bengalíes presentaron su temporada 2024-2025 con bombos platillos, rememorando la década del 2000, en la que ganaron cinco títulos, tres de ellos consecutivos. Prometieron reconectar con ese espíritu ganador que los metió en la historia de la pelota venezolana. Pero la realidad ha estado muy alejada de aquella promesa.
A falta de dos semanas para que concluya la ronda regular de la LVBP, los aragüeños están fuera de la clasificación, con récord de 18-23 y una vulnerabilidad tremenda en la carretera, donde solo han ganado seis de 19 compromisos. En un abrir y cerrar de ojos se han alejado de los líderes y han dejado que Caribes de Anzoátegui, que parecía descolgado de la clasificación, se ponga a solo un juego de distancia.
En una medida desesperada por cambiar el rumbo de su temporada despidieron al mánager Buddy Bailey, a quien trajeron justamente para revivir esa chispa ganadora que marcó un antes y un después en la historia de la franquicia. El coach de banca Russell Vasquez entonces debió tomar las riendas del equipo de forma interina. Pero en su primera presentación el resultado fue el mismo, los bengalíes cayeron.
Están inmersos en una racha negativa, otra vez. A pesar de que tienen consigo al líder bate del torneo, Lorenzo Cedrola, que es el único slugger del campeonato que jugando constantemente ha podido mantener un promedio de .400 o más, tienen en buena forma al vigente MVP José “Cafecito” Martínez (.313) y a Keyber Rodríguez (.312) y han obtenido bueno dividendos de su reciente adquisición David Rodríguez (.348). En colectivo ese equipo batea para .289, el segundo mejor promedio del torneo.
¿Entonces, es el pitcheo?. Su cuerpo de lanzadores tiene una efectividad colectiva de 5.26, que está entre los rangos normales de la liga. De hecho son el tercer equipo que menos carreras limpias ha permitido con 209. Es realmente difícil encontrar en los números la razón de su mal momento. Pero todo cobra un poco más de sentido cuando se ve toda la temporada en perspectiva. Han habido movimientos, de coaches y peloteros, que han trastocado la armonía del club. Y es por ello que pareciera que el cambio que necesitan no está en el terreno.