La combinación del fenómeno de El Niño y la falta de lluvias durante los meses previos ha exacerbado la situación. En abril, los niveles en algunos embalses estaban por debajo del 20 %, lo que llevó a la Alcaldía a implementar medidas drásticas de racionamiento.
La tendencia actual muestra una ligera recuperación, pero persiste la preocupación sobre si estas mejoras serán suficientes para enfrentar un posible nuevo periodo seco que se anticipa para principios de 2025.
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¿Cómo impacta el cambio climático en los embalses?
El impacto del fenómeno climático ha sido devastador. Las proyecciones iniciales esperaban que La Niña trajera alivio a la sequía; sin embargo, las condiciones climáticas no se han comportado como se esperaba.
Esto ha llevado a un descenso sostenido en los aportes hídricos durante meses críticos como agosto y septiembre. Las autoridades advierten que si esta tendencia continúa, los embalses no alcanzarán los niveles necesarios para afrontar la temporada seca.
Ante esta crisis, se han intensificado las campañas para fomentar un uso más eficiente del agua entre la población. La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y otras entidades están trabajando para educar a los ciudadanos sobre la importancia del ahorro y la conservación del recurso hídrico.
Las recomendaciones incluyen reducir el consumo diario y adoptar prácticas más sostenibles en el hogar.
En conclusión, aunque hay signos de mejora en los niveles de algunos embalses, la situación sigue siendo crítica.
La combinación de factores climáticos adversos y un consumo irresponsable podría llevar a Colombia a enfrentar serios problemas hídricos si no se toman medidas inmediatas y efectivas. La ciudadanía debe estar consciente y actuar con responsabilidad para asegurar un futuro sostenible para todos.